Tips para conservar y aprovechar el pan

enero 11, 2024

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El pan, bien elaborado, es fuente de fibra, proteína, minerales y vitaminas. Su contenido en fibra nos ayuda a eliminar el exceso de grasas del organismo y mejora la motilidad intestinal.  El pan no engorda, de hecho, puede ayudar a mantener un peso adecuado. La clave está en tomar la cantidad necesaria de la manera más saludable: pan de hogaza, pan de barra, pan de espiga, pan de leña, pan de horno… como lo quieras llamar, pan de los de toda la vida. Eso sí, mejor si es integral, ya que en este caso mantenemos todos los nutrientes que contiene el grano de cereal. 

Ahora bien, en ocasiones, para poder consumir pan de buena calidad tenemos que comprar una hogaza demasiado grande, que terminará poniéndose dura o enmoheciéndose. Por esta razón, hoy te queremos dar las herramientas para que puedas disfrutar de pan de buena calidad y en perfecto estado siempre que quieras.

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Conservación del pan

Para conservar el pan fresco, es importante almacenarlo correctamente. El pan debe guardarse en un lugar fresco y seco, como una despensa o un armario de cocina. Si el pan está en una bolsa de plástico, lo mejor es sacarlo de la bolsa y colocarlo en una bolsa de papel o en un recipiente especial para pan. Esto permitirá que el pan respire y evitará la formación de moho.

Si tienes mucho pan y no lo vas a consumir pronto, puedes congelarlo. Para congelar el pan, envuélvelo en una bolsa de plástico o recipiente de silicona, siempre con cierre hermético, y colócalo en el congelador. El pan congelado puede durar hasta tres meses. Cuando quieras descongelar el pan, sácalo del congelador y déjalo a temperatura ambiente durante unas horas.

 

¿Y si el pan se ha puesto duro? 

Hay muchas maneras de aprovechar el pan duro. Una opción es hacer migas de pan para usar como cobertura de pastel o para hacer rellenos. También puedes hacer tostadas francesas o torrijas con el pan duro. Para hacer tostadas francesas, corta el pan en rebanadas gruesas y sumérgelo en una mezcla de huevo batido, leche y canela. Luego, fríe las rebanadas en una sartén hasta que estén doradas. Sírvelas calientes para disfrutar de su jugosidad.

Otra opción es hacer croutons para añadir a tus ensaladas y cremas. Para hacer croutons, corta el pan duro en cubos pequeños y tuéstalos hasta que estén dorados. 

También puedes hacer una sopa de ajo con pan duro. Para elaborar la sopa, corta el pan duro en láminas y tuéstalo hasta que esté dorado. Luego, agrega ajo picado y caldo de pollo o vegetales.

Nunca tires el pan, siempre puedes darle una segunda vida y esto te ayudará a mejorar tu salud, a mejorar tu economía y a cuidar del medioambiente.

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